sábado, 28 de septiembre de 2013

Eva Gómez:"«Manos al fuego» es real, como la vida misma"

La animadora defiende el estelar de CHV que pone a prueba la fidelidad de las parejas con (casi) irresistibles tentaciones, cuyo estreno arrasó. Tras su drástica renuncia al Festival de Viña, asegura que debía darle la oportunidad a otra. Aunque aclara: "No tengo una coraza... Sí, me entran balas, y hartas".

Intenso. Arriesgado. Meditado. Así ha sido este 2013 para Eva Gómez , quien explotó una bomba mediática al renunciar al próximo Festival de Viña, el cuarto y el último de CHV. "Me siento muy tranquila, contenta, conforme y más dueña de mi tiempo. Estoy bien, donde tengo que estar", confiesa la animadora tras la batahola.

Hoy celebra el exitoso debut de "Manos al fuego" , programa que pone a somete a distintas tentaciones a 40 parejas de pololos y que este miércoles arrasó con el rating. "No niego que me duelen las piernas después de saltar en la noche con todo el equipo. ¡El canal era un jolgorio! Terminamos haciendo el trencito", cuenta riéndose.

Este espacio -docurreality con reminiscencias al foráneo "Cheaters"- "no es de infidelidades", aclara ella. "Acá no se llega a concretar nada. Se contrataron actores y modelos, y no se cruza la línea de lo sexual, ni siquiera un beso. Esta es la fantasía de ver cómo, frente a una tentación, el otro es capaz de decir: «Estoy en pareja»".

Aquellos invictos podrán ganar $500.000. Para eso, deben sortear una serie de desafíos: Evitar las miradas indiscretas, contestar llamados, no negar la relación y, menos, coordinar una cita romántica. Por cada falta se les descuenta $100.000.

"Están los que dicen la verdad. Algunos hombres cortan el teléfono; otros contestan y mienten. ¡Hay unos que son muy frescos!", acota Eva.

"Las miradas son lo que menos importa. ¡Todos miramos, porque es gratis! (se ríe). Una persona puede dejarse llevar por una cintura, una cadera o un traste bonito".

En Twitter, algunas personas criticaron el formato: Que olía a tongo o que, incluso, la supuesta "recaída" se arreglaba por más dinero. Gómez defiende: "Eso no es así. Viví con eso durante «El diario de Eva». Todos decían que los casos estaban arreglados y nunca fue así. Aquí hay libre albedrío. «Manos al fuego» es real, como la vida misma".

Algunos como Andrés Baile los acusaron públicamente. "La suspicacia siempre va a existir, sobre todo porque cuesta reconocer que estamos haciendo una tremenda pega. Hay que dejar que los perros ladren. Sería más sano decir que este equipo es ocurrente o que trabajó mucho. Pero no todo el mundo tiene la nobleza para decirlo, se van por el lado fácil. De todos modos, eso no enturbia nuestra alegría".

-Quedó claro que no todos los hombres son iguales...
-No todos los hombres son iguales. Hemos tenido a algunos que, de verdad, no les entran balas. Tienen clarísimo que están en una relación y que son absolutamente leales y enamorados de sus parejas. Aunque otros nos han dejado debiendo plata (risas) ¡Hubieran invitado a las actrices a sus casas!

-¿Cuál es tu opinión sobre la infidelidad? ¿Es posible perdonar?
-Depende del contexto. Creo que la infidelidad termina siendo una deslealtad a un proyecto, a planes, a sueños. Hay otras deslealtades que no están tan mal vistas como la infidelidad, pero que también son muy dolorosas y no involucran a un tercero. Lo que duele es que a la persona que tienes al lado, de repente, no la conozcas.

Llega a "Talento chileno": "Este es mi terreno"
En este tiempo, Eva no ha parado. Además de grabar el nuevo ciclo de "Lo que callamos las mujeres" , cuyos conflictos encienden el horario vespertino, también se ha concentrado en su aterrizaje en "Talento chileno" , que se estrena la próxima semana.

"Conozco las historias de estas personas. No sólo se ve el talento, detrás hay sueños... Me ha acercado a lo que más me gusta, que es el contacto con la gente. ¡Paso siempre abrazando! Este es mi terreno", asegura la conductora.

"Es muchísimo trabajo, porque son audiciones muy largas, de 12 horas. Estoy cansada, pero me hace feliz ver a los concursantes con los ojos brillantes, emocionados. Ha sido exquisita la experiencia".

Vuelve con un cambio en el jurado. A Antonio Vodanovic lo acompañarán Bombo Fica y Carolina de Moras. "Ella le da el toque femenino, de mamá, con sensibilidad", cuenta. Fica es el alma de la fiesta y Vodanovic "un maestro". "El ambiente está buenísimo.... ¡Con tantas horas juntos, es como para agarrarse del moño! Y ha sido un placer".

-En estos meses sin pantalla, ¿tenías ansiedad por volver a la TV?
-Estoy acostumbrada. Después de mis festivales de Viña, mis meses no tenían un norte. Nunca me lo tomé con premura, ni con ansiedad. Para nada. Después siempre me toca estar a full... Más que preocupada o con prisa por volver, quedé con un signo de interrogación: "¿Qué pasará conmigo ahora?".

-Ahora agradezco eso, porque puedo estar con mis niños. Mi hija chica me lo hace ver. ¡Es que grabo hasta los sábados! Me pregunta: "¿Cómo trabajas tanto? No estás ni a las 5, ni a las 6, ni a las 7 de la tarde". ¡Los niños me lo cobran! Mi ausencia se nota y los echo mucho de menos. Los meses que estoy en casa aprovecho de apapacharlos harto, quererlos y dejarme querer, porque después vienen estas maratones. Este año, gracias a Dios, paro en diciembre.

-¿Y qué le falta a Eva Gómez por explorar en TV?
-¡Me encantaría hacer un programa de sexo! Llevo años diciendo eso y no me pescan. No hay tema mejor para hablar con las amigas. Soy bien deslenguada (se ríe).

¿Viña?: "Si fuera por las críticas, me habría ido de la tele el año 0"
"La otra vez me preguntaron si me sentía aliviada. Y uno está así cuando sale de una situación mala. Yo me alivio cuando pago el arriendo o las cuentas", bromea Eva al develar su estado tras su salida del Festival de Viña. "En esa decisión tuvo mucho que ver mi mamá y mi hermana, porque en julio estuve en España. Hablé mucho con ellas, fueron vacaciones monotemáticas la verdad. Me decían que ya había animado por tres años, que lo había pasado increíble, que fue espectacular, pero que cómo iba a dejar cosas tan importantes de lado, como los niños... Tenía que dar un paso al costado y darle la oportunidad a otra persona. Viña es un escenario espectacular".

-Es la cúspide en la carrera de muchos animadores...
-No lo siento así. Mi carrera no ha cambiado en nada y mi vida tampoco, gracias a Dios. Fue una experiencia única y maravillosa. Y aquí hay gente que de seguro quiere vivirla.

-En un momento, mencionaste a Francisca Merino como candidata.
-Me encantaría verla ahí. Es lo único que quiere. Todas dicen: "Ay, no sé". Pero nadie se tira a la piscina porque, si no resulta, quedan mal. A Pancha la encuentro súper valiente. Es bien parada, con ganas y con sentido del humor. ¿Por qué no ella?

-Carolina de Moras es quien suena más fuerte. Suma proyectos en CHV y la ponen a prueba...
-También podría ser. Escucho eso en el canal y lo leo en los diarios. Pero no sé si está a prueba, por algo el canal ya la contrató. Quizás está empezando a tener más contacto con la gente, con "Salta si puedes" y "Talento Chileno". Es cierto que se le está dando espacio para que pueda mostrarse. Pero juro por mis hijos que no sé nada de Viña.

-Todos piensan que dejaste el Festival debido a las fuertes críticas...
-Si fuera por las críticas, me habría ido de la tele el año 0.

-¿La envidia influyó en tu decisión de abandonar Viña?
-Para nada. No hubo nada externo, fue algo absolutamente interno. Si fuera por las críticas, ¡uuufff!, no habría hecho "El diario de Eva". Sería poco confiable si me hubiera bajado porque me podían decir que estaba gorda, tonta o fea. Me habría bajado el primer año o el segundo. De Viña me subí yo y me bajé yo, porque sentía que era lo que tenía que hacer.

-¿Qué te dijo Rafael Araneda cuando le contaste la noticia?
-Me apoyó todo el tiempo. Estaba shockeado al principio, pero me entendió perfectamente. Me deseó la mejor de las suertes. Le dije que, si no me iba de vacaciones en el verano, lo iría a ver de todas maneras.

-Dijiste una vez que, si te proponían volver a animar, lo hacías.
-¡No fue así! Respondí pensando en mi primera vez. Y dije: "Lo haría una y mil veces". ¡No es que después lo quisiera hacer mil veces!

-¿Cómo lograste tener una coraza y ser resistente al bullying de Viña?
-No tengo una coraza.

-Pero te ves súper fuerte...
-Como soy española, garabateo y hablo fuerte. Se han dado el lujo de decir cosas de mí, creyendo que no me entran balas. Pero sí, me entran balas, y hartas. Aprendí a discriminar la mala leche de las críticas. Eso es un legado de Viña.

-¿Otros aprendizajes?
-Muchísimas cosas. Nunca imaginé que podría estar sometida a tanta presión y trabajar con el mejor de los encantos, a pesar de haber estado tres horas llorando... ¡Los horarios eran de locura! A veces pensaba: "Yo ahí no me subo". Sacaba fortaleza de la flaqueza; eso lo aprendí en Viña.

-¿Y lo malo del Festival?
-No hubo cosas malas en Viña. Siempre hay críticas, que ahí son más feroces. ¡Es obvio que hablan de uno, para bien y mal! Les hice caso a muchas críticas... Para filtrar, hice un círculo de protección y de cariño, con mi mamá, hermana, hijos y amigos. Ellos lograron que me sintiera súper querida y cuidada.


Fuente:

No hay comentarios:

Publicar un comentario