La animadora de Canal 13 habla de cómo cuida su vida privada, de su hermana Cecilia ("Nunca he pretendido desmarcarme de ella"), de su matrimonio y de la familia Menem: "No tengo relación con ellos, ni pretendo tenerla".
Multifacética e imparable. Así es Diana Bolocco, quien, en siete años a bordo de Canal 13, ha encabezado los docurealities "Nadie está libre", "Cásate conmigo" y "Valientes"; el programa de farándula "Alfombra Roja", el dating show "40 o 20" y los game shows "Quién quiere ser millonario: Alta Tensión" y "Ruleta Rusa" (actualmente al aire, los domingos).
Por si fuera poco, la próxima semana grabará la promoción de la nueva temporada de "Vértigo", que tuvo un renovado regreso en 2012, junto a Martín Cárcamo. "Se viene pronto y con muchas sorpresas. Mantendremos su esencia, pero con más ingredientes", adelanta.
La animadora -de 35 años- tiene en carpeta "El gran truco" ("que está en stand-by", se excusa), nombre tentativo de un espacio de telerrealidad basado en la serie argentina "Los Simuladores".
"Soy una agradecida de hacer formatos tan distintos, porque me enriquezco. Todos los desafíos me los he tomado con naturalidad. Nunca he rechazado nada. Aunque, a veces, se me van las cosas de las manos, porque vivo corriendo y un poco estresada", confiesa.
Cuando tomó las riendas de "Millonario", deslumbró por su naturalidad en pantalla, por su empatía con los concursantes, y por bailar, cantar y bromear sin miedo al ridículo: "Ahí recién desplegué todas mis libertades y me sentí realmente cómoda siendo yo. Tal vez, antes me coartaba más. No me gusta trabajar en una TV pauteada. La verdad, tampoco uso muchos libretos... Nunca he hecho un personaje en TV, no podría ser de otra manera. Puedo gustarle o no a la gente, pero si me creen me doy por pagada".
Su imagen lúdica la potenció en "Vértigo": "Fue maravilloso, porque debíamos estar a la altura del formato de antaño. Trabajamos duro, pero logramos demostrar que había pasado el tiempo. El público nos premió con la sintonía".
"Llegábamos todos los jueves a trabajar con alegría y con ganas de transmitir lo que se producía al interior del equipo. ¡Lo pasábamos muy bien, nos reíamos pensando en las oberturas! Aunque venga de cerca la recomendación (se ríe), ¡hicimos algunas de culto!".
Por supuesto, el factor Yerko Puchento (Daniel Alcaíno) -"La república independiente de Yerko", dice riéndose Diana- también fue un gran detonante para el rating.
-¿Cómo era entrar en su juego y moderarse? En estos tiempos hay que tener control de lo que se dice y hace en TV...
-Era muy difícil nuestro rol, porque hay que entrar en el juego, pero con moderación. La gracia del personaje es que dice lo que piensa sin ningún tipo de censura o control. ¡Eso es lo que el público también espera! Si Yerko estuviese limitado, no sería él. Martín y yo nos prestamos para el humor de Yerko; si vamos a reírnos de los invitados, de los políticos y de los dueños del canal, también tiene que hacer humor de nosotros... Hoy el personaje es mucho más identificable. En realidad, todos somos un poco Yerko. Me gusta que no tenga pelos en la lengua. Eso sí, lamento que algunas personas se hayan sentido ofendidas. Pero insisto: esto es humor y hay que mirarlo desde esa óptica.
-El humor está en tela de juicio, sobre todo después del chiste antisemita del Lagarto Murdock.
-Hay quienes piensan que Yerko se pasa de la raya, pero en el caso de Murdock, efectivamente se pasó de la raya. Festinó con un episodio demasiado doloroso para la población mundial, no sólo para los judíos. El Holocausto es dramático, terrible y él hizo un chiste muy cruel. No me parece gracioso que uno se ría de eso.
-¿Cómo compatibilizaste "Vértigo" con una tercera maternidad (Facundo, su hijo con Cristián Sánchez)?
-Ha habido una conjunción de astros a mi favor y de mi pequeño Facundo, porque este año he podido estar mucho más en mi casa. Ha sido maravilloso el tiempo que he tenido disponible para estar junto a él. He podido participar de su crianza, llevarlo a todas sus horas al médico, a vacunarse. Cristián también ha tenido un año más libre, así que hemos compartido. Me siento muy agradecida, porque me ayuda en todas las labores.
"Soy ultrasensible, muy clara y honesta"
Diana siempre ha buscado tocar otras teclas. Por eso, cuando los hermanos Sebastián y Gonzalo Badilla le ofrecieron participar en la película "Mamá, ya crecí", ella no dudó: "Nunca pensé que me llamarían para hacer un personaje. A pesar de que es secundario y chiquitito, me sentí honrada. Ha sido una experiencia increíble. No significa que me quiera dedicar a esto, ¡todo lo contrario! Pretendo seguir como animadora".
Encarnará a la hermana de la protagonista, Katty Kowaleczko, quien no admite a la alocada polola de su hijo (Javiera Acevedo): "Yo soy más liberal y abierta... Me queda bien el personaje, porque soy bien consejera en mi vida".
Así como pudo cumplir su sueño de debutar en cine, también sumó otro anhelo: Trabajar con su hermana Cecilia. Ambas son embajadoras de la marca de cuidado personal P&G. "Es un honor que me llamen junto a ella".
-¿Cómo te desmarcas de la imagen de Cecilia? Al principio hubo comparaciones.
-Nunca he pretendido desmarcarme de ella. Tengo una excelente relación con ella y me encanta ser su hermana. Me siento muy orgullosa de mi familia. Nunca he querido desvincularme, ni de mi apellido, ni de mi relación con ella. Lo que sí he pretendido es que el público me conozca por mis propios méritos, y eso es sólo una cuestión de tiempo. Al comienzo, entendía que me iban a comparar y a criticar más de la cuenta, porque siempre existe la duda de que entré por pituto... Creo que, ahora, la gente me conoce con mis similitudes con Cecilia, pero también con mis diferencias.
-¿Y qué similitudes heredaste de ella?
-¡Muchas! Las dos tenemos un carácter fuerte. Somos súper profesionales, muy sensibles, generamos lazos en los lugares de trabajo. ¡Y varias cosas más, que debería tener más tiempo para pensar! (se ríe).
-¿Eres visceral, que no pasa las cosas por un filtro?
-No soy una mujer visceral. Soy ultrasensible, muy clara y honesta. Obviamente, las cosas que digo pasan por un filtro. No considero que la "honestidad mal entendida" sea un valor. Cuando alguien te dice una pesadez porque "se escuda en la verdad", no es un valor. Siempre hay que buscar la forma adecuada de decir las cosas. Procuro hacerlo.
-¿Cómo resguardas tu vida privada? Cecilia fue protagonista de casos muy bullados...
-Los episodios bullados que vivió Cecilia sucedieron muy a su pesar. Ella concita ese interés, no sólo en Chile. Su historia siempre ha generado eso, porque estuvo casada con un Presidente de Argentina. Su vida ha sido muy diferente a la mía. Ella siempre ha pretendido resguardarla. Por lo mismo, desde que salió de la TV hace años, pensó que esto iba a decantar un poco, pero cada cierto tiempo sale a la palestra. ¿Cómo me cuido yo? Primero: Tengo una vida que no genera el mismo interés que ella; y, segundo: Voy con naturalidad. No significa que esté inmune a las violaciones a la privacidad que ha sufrido ella.
-No tengo nada que esconder, pero sí que resguardar. La prensa ha sido muy respetuosa conmigo. Siempre abro la puerta hasta donde me parece adecuado. No tengo asesor de prensa ni manager; yo elijo mis caminos. Hasta ahora, lo he hecho sin mucha planificación y escuchando mis instintos... Nunca me he tomado fotos ni he dado una entrevista con Cristián, lo que no implica que en una reunión social me esté escondiendo. Tampoco he mostrado a mi hijo, ¡y no lo estoy escondiendo! Así uno resguarda ciertos límites. La intimidad la define el personaje.
"Nunca le tuve miedo al matrimonio ni al compromiso"
A fin de año, Diana se casará con su pareja desde hace seis años, Cristián Sánchez. "Estamos súper contentos. Para ser bien honesta, no era algo que nos quitara el sueño. Nunca fue un tema. Siempre nos sentimos casados, desde el momento en que tomamos la decisión de irnos a vivir juntos, cuando llevábamos tres años", cuenta ella.
"Es un paso importante, pero no influye en que nos sintamos más o menos comprometidos. Teníamos ganas de celebrar con la familia y los amigos... Nunca fue una exigencia ni de él ni mía, ¡ni de nadie! Un día nos miramos y dijimos: «Ahora es el momento. Casémonos»".
Aún no hacen la lista de invitados: "Uno quisiera llevar a todo el mundo, pero hay que ser selectiva, dejar gente fuera. ¡No quiero enfrentarme a ese momento! Tengo muy buena onda con toda la gente con la que trabajo, ¡pero son muchos! Siempre hemos querido un matrimonio chico, porque queremos disfrutar. No queremos un evento gigante donde no podamos compartir con nadie".
-¿No temías dar este paso tras una separación?
-No. En general, no me muevo por el temor. Cuando me separé, pensé que nunca iba a volver a enamorarme. Decía: "Las relaciones de pareja son difíciles". Uno queda un poco desencantada, obviamente, pero nunca le tuve miedo al matrimonio ni al compromiso. Esas dudas fueron cortas. Después empecé a creer en el amor, porque es el motor de la vida. Creer que nunca uno volverá a enamorarse, es ver la vida de una forma muy triste. ¡Gracias a Dios se me pasó rápido! (se ríe).
Caso Menem: "Mientras más lejos esté Máximo de esos episodios, mejor"
A fines de mayo, Carlos Nair Menem, hijo del ex Mandatario argentino, protagonizó un escándalo en "Alfombra Roja Prime", de Canal 13, al acusar a Cecilia Bolocco de privar las visitas de su retoño Máximo (de 9 años) a su padre.
Diana, en un enlace grabado, lo emplazó: "Te digo, Carlos, a la cámara, que encuentro tan bajo lo que estás haciendo, porque estás exponiendo a Máximo, que no tiene la culpa de lo que sucede. Es doloroso para él. Me parece terrible que te cuelgues de una situación así para generar prensa".
Después tuvo que resistir a un duro ataque de él vía Twitter.
"Lo sentí necesario. No suelo responder y mi hermana tampoco. Cuando uno lo hace, finalmente le estás dando en el gusto a la persona. Pero él pasó todos los límites... Sé cómo es la Cecilia como mamá. Se preocupa de que Máximo tenga una relación fluida con su padre. Que alguien diga lo contrario... hay un límite de mala mentira. Hay un dicho: «Miente, miente, que algo queda». No me interesa pelearme con él ni con nadie de su familia. No tengo relación con ellos ni pretendo tenerla. Ni buena ni mala".
-¿Cuál es la actitud de la familia Bolocco tras la condena de 7 años de cárcel para Carlos Menem por tráfico de armas?
-No puedo hablar por mi familia, pero sí por mí. No tengo relación con él. Lo conozco muy poco. No es que no me importe, pero no tengo nada que ver con ese tema. Además, eso es anterior a que se conociera con Cecilia. No me interesa opinar... Ni yo ni nadie de mi familia tiene que ver con eso. Y menos ahora, que con Cecilia no están juntos y no existe una relación muy cercana con su hijo. Mientras más lejos esté Máximo de esos episodios, mejor. No se merece eso.
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