La actriz adelanta cómo viene la segunda parte de la teleserie Soltera otra vez, que Canal 13 estrena el próximo domingo 21.
Con la reunión de Cristina (Paz Bascuñán) y Alvaro (Pablo Macaya), tras meses separados por un viaje al sur de él que los ha tenido viviendo una relación a distancia. Así comenzará la segunda parte de Soltera otra vez, el domingo 21, a las 22.30 horas. Por estos días, la producción está en plena grabación, con un final programado para el 30 de octubre y una agenda que Paz Bascuñán define como "muy demandante". La actriz se viene recuperando de una neumonitis que la tuvo fuera de las pistas durante una semana y que causó un retraso en el registro de las imágenes, para lo que Canal 13 llama la "segunda temporada" de una apuesta que el año pasado fue un éxito de audiencia, promediando 26,8 puntos de rating.
"Ahora tengo dos niños y no uno, no estoy embarazada, que fue un factor bien marcador la primera vez. Para mí ha sido más exigente. Llego a la casa tarde, porque grabo todo el día, y hay que dar comida, bañar, acostar, hacer dormir, después comer yo y ponerme a estudiar, entonces es una rutina bien exigente", cuenta Bascuñán sobre su proceso personal.
Además y a diferencia de la primera parte, la teleserie se está grabando mientras saldrá al aire. Antes, el material estuvo listo y guardado durante meses sin estrenarse, lo que dio más tiempo para el proceso de posproducción y ajustes. "Las cosas que se hacen con más tiempo para perfeccionarlas quedan mejor. Cuando trabajas sobre la marcha, apurado, es menos el tiempo que tienes para depurarlas, pero igual hay un equipo que sabe hacer la pega. No sé cuánto será el costo de no hacerla con tanto tiempo", apunta sobre las consecuencias de no contar con tanta posibilidad de afinar el producto. Poder verla mientras se graba, dice, igual tiene la ventaja de que da un "refresco", y añade, "me gusta ir viendo cómo va quedando".
Además del reencuentro entre Cristina y Alvaro, Soltera otra vez 2 dará más espacio y desarrollo a las historias paralelas del grupo de amigos de los protagonistas. Entre los conflictos que se verán está cómo se dividirán la crianza de su hijo "Monito" (Cristián Arriagada) y Nicole (Josefina Montané), ahora que no están juntos, y los fracasados intentos de Fabiola (Lorena Bosch) y Zamir (Nicolás Poblete) por tener hijos. Entre el rol de Bascuñán y Macaya, la tensión estará dada por las intenciones de ella de comprometerse, casarse y formar una familia y la reticencia de él a ese plan.
Las segundas partes de teleseries chilenas son escasas y poco exitosas. ¿Tuvo dudas cuando le propusieron Soltera otra vez 2?
Nunca tuve dudas de que había que hacerla. Cuando estábamos haciendo la primera parte, quedaba claro que el tema daba para más. Es una teleserie que habla del amor y de las relaciones, y eso evoluciona en el tiempo. Encontraba bonito ver cómo seguían estos personajes para adelante. Y creo que la misma curiosidad que le da a uno, le da a la gente en la casa.
Su personaje podría caer en la caricatura o en el cliché. ¿Cómo intenta evitar caer en eso?
Está "demasiado Cristina" es un concepto que usamos y del que nos reímos. Pero confío totalmente en la mirada de Herval (Abreu, el director) cuando me dice bájalo o súbelo, porque a veces uno se arranca con los tarros y termina haciendo cualquier cosa. Pero el personaje está escrito con mucho corazón, entonces, aunque a veces sea súper patética o torpe, uno puede enganchar, porque tiene sentimientos.
¿Le cuesta más o menos que antes encontrar el balance?
La verdad es que nunca me costó. No me sale ajeno el personaje. Me acomoda. Uno cacha que hay un tipo de ropa que le queda bien y hay personajes que a uno le salen más fácil, y para mí este lo es.
Hay quienes criticaron su rol por machista, ya que, finalmente, la vida de Cristina gira en torno a conseguir un hombre para casarse. ¿Coincide en que hay algo de eso?
Es una manera de venderlo. Pero finalmente, es ella la que decide no casarse con "Monito", aunque se vea que es muy “Susanita”, a la hora de los “quiubos” no está dispuesta a transar sus ideas de felicidad con tal de cumplir el cliché de casarse.
Sin mensaje
¿Le parece que las telenovelas deberían tener un mensaje más moderno, que rompa con los paradigmas más tradicionales en términos de género?
No veo que las teleseries tengan un mensaje, cuentan historias con corazón. Si alguna tiene un mensaje por añadidura, bienvenido, pero no es la intención primordial. No busca mandar un mensaje como fin último, busca entretener.
¿Pero le preocupa ese mensaje, aunque llegue por añadidura?
Como espectadora, elijo lo que quiero ver. Una teleserie que me llene de energías agresivas, que tenga que ver con tramas truculentas, no la voy a recibir, porque no me llama. Pero creo que eso es una elección del público, es el poder que ejerce el telespectador. Y como actor, uno no escribe la historia, eso lo hacen los guionistas. No es un requisito hacer personajes que dejen enseñanza. Lo que me importa es que sean roles que tengan corazón.
Soltera otra vez fue una de las responsables de que la comedia se impusiera en la pantalla, pero desde su estreno se ha hecho sólo eso. ¿Cree que eso les puede pasar la cuenta?
No. La lógica no es esa. Si hay una teleserie que es buena, va a funcionar en comedia, tragedia, drama, suspenso o lo que sea. La gente quiere ver cosas buenas y listo, más allá de la tecla en que esté tocada. Si es una buena historia, se va a defender y si es una mala historia, no.
La primera parte se estrenó sin ninguna expectativa y como una interrogante, ¿cómo lo ve ahora?
Siento que la gente se quedó con ganas de ver más. Además, está bonita, hecha con cariño, con cuidado, pensada.
Esta producción mezcla el formato de teleserie con el de serie. ¿Le gustaría hacer formalmente una serie, como muchos actores prefieren actualmente?
Me encanta hacer telenovelas, me entretienen mucho. Pero la forma en que hemos trabajado ésta es bien como serie. Hay tiempo para hacer las escenas, es un trabajo bien cuidado. Ahora, cuando estemos al aire, vamos a ver si sigue así.
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