sábado, 7 de mayo de 2016

CHV responde a demanda de Ignacio Gutiérrez negando discriminación

La señal contestó, mediante abogado, a la acusación de haber quebrado la Ley Zamudio.

Justo cuando en Chilevisión están festejando el cambio a las nuevas dependencias en la ex fábrica Machasa, luego de largos ocho años de espera, un conflicto se ha instalado en el canal, llevándolo hasta tribunales. Frente a la demanda presentada el 5 de abril pasado por Ignacio Gutiérrez, en donde se acusaba al asesor Holger Roost-Macías (y al mismo canal en omisión) por discriminación, Chilevisión ya presentó sus descargos en el 12° juzgado civil de Santiago.

En el texto, redactado por el abogado Marcelo Montero Iglesis, el canal rechaza las acusaciones de discriminación, explicando que el relato de Gutiérrez sobre lo que le habría dicho Roost-Macías -sobre que un estudio indicaba que el conductor “debía ser heterosexual”, pues se necesitaba que existiera “tensión sexual con la conductora” del matinal La mañana- es una “interpretación sesgada” de lo ocurrido. Y, agrega, que si fuera cierto lo relatado, igualmente, no se ajustaría a la Ley Zamudio invocada por Gutiérrez. “Carece de todo fundamento”, alega el texto.

El documento comienza argumentado, mediante ejemplos, que Chilevisión no sólo es un canal que aboga por la inclusión y el respeto de la diversidad, sino que ha sido reconocido en varias ocasiones por su trabajo en la materia. También se citan las guías editoriales de CHV, donde se dice que el canal debe “presentar los distintos modos de vida y creencias de los chilenos”, y que “el concepto de familia se enmarca en el sentido amplio que admite la sociedad contemporánea, abriéndose a otras formas de la tradicional concepción de hombre y mujer unidos por el vínculo de tipo legal”.

Luego continúa en la relación contractual de Gutiérrez con CHV, que comenzó en 2003. “Es considerado un profesional valioso por la red televisiva”, y que prueba del compromiso, Gutiérrez renovó contrato recién en noviembre de 2015 y hasta 2017.

Luego se alude a las reuniones que terminaron con la salida de Gutiérrez donde, según este, se le habría dicho que unos focus group del matinal arrojaban que se necesitaba un conductor heterosexual, para tener un intercambio de coqueteo con la conductora (Carolina de Moras), y que se le pondría un “coach” para trabajar estas materias.

Desde el canal, según la respuesta ante el juzgado, es ahí donde se originan las diferencias sobre lo ocurrido. Se explica que las reuniones para añadir innovaciones a los espacios televisivos son frecuentes, y que la propuesta de Roost-Macías, tras los resultados de un focus group realizado por la empresa BSV Bonding centrado en mujeres que ven matinales, incluía incorporar como tercer conductor a Rafael Araneda. “El estudio de focus group había concluido que la relación entre los conductores (De Moras y Gutiérrez) estaba aún en proceso de construcción: No se perciben cómplices ni alineados en cámara, dice el estudio”. Añade que los coaching eran para desarrollar habilidades para la espontaneidad en pantalla.

Fue entonces cuando Roost-Macías expuso la idea de que los televidentes sintieran al programa como la extensión del living de su casa, con los tres conductores, y que el programa podía ser una especie de “sitcom”. “Agregó que podía haber una dueña de casa, rol que podía cumplir Carolina de Moras, y un dueño de casa, el que “por razones obvias Nacho no podía ser”. El señor Gutiérrez respondió con tranquilidad “Obvio que no”. Entonces, el señor Roost-Macías menciona por primera vez (las negritas y subrayado son del texto) que el señor Rafael Araneda se incorporaría al programa y que podía ser él quien ejecutara ese rol. Frente a esta afirmación, el demandante señor Gutiérrez reaccionó molesto, afirmando: “Yo no voy a trabajar con Rafael Araneda””.

Así, de ahí en adelante el argumento de CHV insiste en varias ocasiones que el malestar de Gutiérrez, quien desde principios de marzo se encuentra con licencia médica, tiene que ver con la negativa del animador de trabajar con Araneda, que nunca se le iba a excluir del espacio y que no hubo discriminación.

En otra reunión, del 4 de marzo, ante la incomodidad de Gutiérrez, Roost-Macías explicó que “su afirmación de que ‘por razones obvias’ él no podía ser dueño de casa no tenía intención ni de ofender ni de discriminar, sino que tan sólo de asignar roles conformes a los criterios de credibilidad, práctica que es habitual en cine y televisión”.

El abogado de CHV además subraya que en el caso de que la señal hubiera querido sacar a Gutiérrez, no habría tenido que dar motivos, según lo estipulado en el contrato del rostro, que permite removerlo sin justificación. Luego añade: “su orientación sexual ha sido un hecho sabido, respetado e indiferente al momento de tomar decisiones sobre los programas que ha participado”.

También se acusa a Gutiérrez, quien según CHV se habría autoexcluido del espacio por la llegada de Araneda, de abusar de la Ley Zamudio. “El demandante señor Gutiérrez está usando su identidad sexual de una manera que sólo perjudica a la causa homosexual”. Luego explica que la demanda no corresponde a dicha Ley, ya que no existió, según la defensa, una discriminación arbitraria con respecto al trabajo de Gutiérrez.

En ese punto el abogado se detiene en la credibilidad que habría tenido Gutiérrez en el rol de “dueño de casa”. “No resulta en absoluto creíble que un animador -cuya homosexualidad es conocida por el público- se desempeñe en el rol de la pareja de la conductora. (...) Desde luego, el gordo (de un ejemplo anterior) puede bajar de peso para acceder al rol (así lo han hecho algunos artistas de cine) o el homosexual puede buscar la manera de proyectar una actitud heterosexual (algunos artistas de cine lo han logrado también). Pero lo normal, lo que fluye y es creíble, es que la persona con sobrepeso actúe en un rol acorde y que, a su turno, la persona homosexual se presente en cámara tal y como es. Es lo que se llama “autenticidad”.

El texto también apela a que, según como dice la Ley Zamudio, como la denuncia carece de fundamento, se debería aplicar la correspondiente multa a Gutiérrez, de dos a veinte unidades tributarias mensuales a beneficio fiscal”.

Los abogados de Gutiérrez se encuentran actualmente formulando una respuesta al documento del canal. Mientras que el director ejecutivo de la señal, Francisco Mandiola, explicó el pasado jueves, luego de ser consultado sobre el caso: “Obviamente, un canal no quiere pasar por algo así. Pero más allá de eso, lamento la situación, que llegó a tribunales por decisión de una persona, y ahí hay que resolverlo. Creo que todos salen perjudicados cuando un asunto se lleva al plano público porque se puede tergiversar. Todo está en tribunales y esperamos que de ahí salga la verdad”.


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