Hoy finaliza la primera teleserie turca que se estrenó en
el país, y que ayudó al éxito de Mega.
Al principio, no parecía algo por lo que los demás canales
nacionales debían preocuparse demasiado: cuando Las mil y una noches se estrenó
el 3 de marzo del año pasado en las pantallas de Mega, la teleserie turca
parecía una producción extranjera más. Quizás tenía la curiosidad de ser la
primera turca, y se sabía que ese país tenía una exitosa factoría de
producciones dramáticas, pero el rating debut fue de 11,2 puntos, muy lejano de
los más de 30 que terminaría marcando, noche tras noche, durante el último
trimestre del año. Un fenómeno que hizo de Onur y Sherezade los dos personajes
más reconocibles de la televisión chilena, aunque fueran creados hace casi una
década en Turquía.
El Director Ejecutivo de la señal de Bethia, Patricio
Hernández, quien había emigrado desde Canal 13 a fines de 2013, comentó en una
entrevista a El Mercurio que el nuevo Mega recién esperaba encontrarse en el
primer lugar en un par de años más. Hernández se convirtió en el nuevo rey
Midas de la pantalla chica nacional: a Las mil y una noches se sumó otra
teleserie turca, Fatmagul, que se convirtió en un éxito instantáneo. Y luego,
se usó ese imán de la “pantalla caliente” para lanzar productos como Pituca sin
lucas, la primera teleserie de María Eugenia Rencoret en el canal, o el reality
Amor a prueba. Al final del año, Mega no sólo terminó primero, sino que tiene
un tren de programación imbatible, con el matinal y el noticiero central
incluidos en el éxito.
EL CURIOSO CASO DEL FENÓMENO TURCO
“La vimos juntos con Patricio Hernández , en el MipTV en
Cannes (una de las ferias televisivas más importantes de la industria), e
inmediatamente nos llamó la atención”, dice Ignacio Vicente, el gerente de
contenidos internacionales de Mega, quien llegó a la señal también emigrando
del 13. El ejecutivo se ha transformado en una especie de “padrino” del
fenómeno turco, al elegir las exitosas producciones que tienen en pantalla
(Ezel, su nueva apuesta, se estrenó hace unos días y tras buenos resultados,
será emitida de domingo a miércoles). Vicente cuenta cómo fue que se fijaron en
Las mil y una noches, para exhibirla en Chile: “La vimos en turco, pero nos
contaron la narrativa en inglés. El tráiler era pésimo, pero encontramos que
había una excelente historia, y salimos alucinados con ella”.
Esto ocurrió en 2012, cuando Hernández y Vicente militaban
en Canal 13. Cuando los ejecutivos emigraron a Mega la adquirieron y la
pusieron al aire. “Lo que nosotros analizamos antes de estrenar Las mil y una
noches fue el contenido que tenía la competencia al aire en ese minuto, y nos
dimos cuenta que lo que se estaba ofertando eran excelentes producciones, pero
tocaban la misma tecla. Estaba Secretos en el jardín en Canal 13, y TVN tenía
Vuelve temprano. Ambas eran historias muy trágicas y dolorosas, y por eso vimos
la oportunidad programática de poner al aire una preciosa historia de amor
tradicional”, explica Vicente.
“Estoy súper orgulloso de habernos atrevido de poner este
producto en pantalla y de haber confiado tanto en los estudios y focus group
que hicimos, como en la intuición”, añade el ejecutivo de Mega. “El orgullo
como profesional es súper grande. Con este fenómeno no sólo cambió la pantalla
de Mega, también influyó en la toma de decisiones de los otros canales en
Chile”. Después de diez meses en pantalla, Las mil y una noches se despide de
nuestro país, pero deja otras cinco teleseries turca, de momento, siendo
exhibidas: dos en Mega, dos en Canal 13 y una en Chilevisión. Todos quisieron
ser parte del fenómeno turco. Y, además, varias señales tuvieron que alterar su
programación prime, cuando se hizo imposible competir con las turcas de Mega.
En todos los canales el discurso entre pasillos era el mismo: que los fenómenos
televisivos ocurrían cada cierto tiempo -el ejemplo usual era Mundos Opuestos,
el reality de Canal 13- y hacían que el resto se resignara, preparando sus
fichas para el semestre siguiente. Había que aguantar el chaparrón, mientras
contaban los meses para el fin de Las mil y una noches, mientras Mega la
seguía, y seguía, alargando: los tres últimos capítulos han sido exhibidos uno
por semana, los domingos.
RECUPERAR AUDIENCIA
Según datos entregados por Mega, Las mil y una noches fue un
fenómeno de audiencia transversal, que por edades gana en todos los públicos.
Su mayor fuerza son las mujeres y, hombres y mujeres, mayores de 65 años. Ganó
en los segmentos C2, C3 y D -recuperando el público histórico de Mega- y en el
ABC1, según informaciones de la señal de Bethia, empataba con Canal 13. “El
público de Las mil y una noches es muy transversal. Para llegar a la audiencia
que tiene, que son cerca de 32 puntos, tiene que tener un público transversal”,
explica Ignacio Vicente. “Además, tenemos una base, un público que es
extremadamente fiel a la teleserie, que está compuesta por mujeres mayores de 35
años”.
Una de las teorías sobre el éxito, fue que los canales
nacionales no estaban ofertando lo que la audiencia quería. Sobre esta posible
insatisfacción masiva, el ejecutivo de Mega opina: “No sé si estaba satisfecho
o no el público. Creo, más bien, que no encontraba en la televisión abierta
algún contenido con el que lograra identificarse. Nuestra teleserie generó
masividad y cercanía”.
¿Siempre tuvo plena confianza en este melodrama turco y
lento?
Claro que sí. Tiene una narrativa lenta, pero no significa que
esté mal. La televisión chilena jamás había emitido un producto turco y no
sabíamos, aunque la testeamos mucho tiempo, cómo iba a resultar. Además había
que traducirla y doblarla, cosa que los canales chilenos no hacen. Requería una
cantidad muy alta de riesgo e innovación.
¿Cree que la aparición las teleseries turcas en nuestra
pantalla le hace bien a la televisión?
Más que hablar de la televisión, tenemos que hablar de la
audiencia. Nosotros somos transmisores de contenidos y de buenas historias, y la
gente se queda con uno cuando encuentra una buena historia.
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