"¡Lejos, lo que más me ha costado ha sido perder mi vida social!", confiesa el animador favorito del 2013. A un año de haber asumido el mando de "Mentiras Verdaderas", de La Red, advierte que "ha sido una sorpresa" el reconocimiento.
Jean-Philippe Cretton -bautizado "Ojitos de piscina" por Pamela Jiles- tuvo que hacer un espacio a presión en su apretada agenda para acceder a esta entrevista. Y es que su vida no sólo gira en torno al noctambulismo del que es esclavo por ser el conductor de "Mentiras Verdaderas", de La Red, sino que también es locutor de Radio Rock & Pop, está componiendo un disco con su banda, que será lanzado en marzo, y más encima debutará como padre en 4 meses más.
A sus 28 años -a fin de mes cumple 29- ya es considerado como uno de los rostros más creíbles de nuestra TV, por lo que pareciera que bien ha valido la pena tanto esfuerzo. La mayoría de las encuestas televisivas lo instalaron como favorito del 2013.
"El reconocimiento para mí ha sido una sorpresa. Siempre me pongo a pensar en qué es lo que estaba haciendo en enero de 2013. El escenario era totalmente distinto, las ambiciones eran distintas, entonces darse cuenta de todo lo que ha pasado es sorprendente, muy motivante, me siento orgulloso", dice bajo un árbol de los grandes jardines del nuevo edificio de La Red, en Quilín.
"Siento la presión del tenista que tiene que defender los puntos. Porque como estuvo tan bueno el 2013, el 2014 no puede flaquear. Eso igual me ha hecho estar un poco más nervioso de lo habitual este comienzo de año".
El animador tomó el proyecto que comenzó Eduardo Fuentes, ante las razonables dudas de tantos. El venía de "Calle 7", de TVN: "El trabajo que hicimos como equipo fue súper honesto. No quisimos hacer un programa que tuviera el tufillo de algo que ya vimos. Siempre partí de la base que, cuando uno conversa, siempre eres tú, por lo que de inmediato se produce una identificación. Pensé que el proceso podía ser más largo, pero al mes ya sentía que el programa y yo nos llevábamos bien, que había buena química".
Javier Urrutia , director ejecutivo de La Red , es claro: "Sabíamos que tenía un talento profundo, pero la TV no le estaba dando la oportunidad. Se vino y se transformó en el rostro revelación del año. Y eso tiene que ver con que trabajamos para que los rostros se luzcan. Pero en el minuto que se convierten en estrellas ya no nos sirven. Aquí todos son iguales".
Cretton explica: "Yo sabía que podía hacer un programa como «Mentiras Verdaderas» y era mi objetivo. Pensé que iba a llegar mucho después. La Red confió en mí cuando tenía 28 años recién cumplidos. «Calle 7» fue un programa de transición, como hacer el servició militar, en donde adquirí la gran mayoría de las herramientas que puedo usar ahora".
En 2014 trae fuertes desafíos, "este cambio de casa, de energía, es positivo, aunque va a ser un año complejo". Urrutia señala: "Teníamos una deuda con nuestra gente en términos del estándar de calidad de ambiente laboral, el lugar de Manquehue nos empezó a quedar chico".
Y de paso, activarán la grúa. "Es bien probable que se sumen nuevos rostros. Si este proyecto cuaja, obviamente va a llegar gente nueva", dice el ejecutivo sin querer adelantar más.
En marzo o abril, lanzarán un nuevo programa franjeado. "Vamos a pasar a ser el canal que más horas produce a la semana, junto con TVN (86 horas)", anuncia.
La competencia se intensifica. Cretton analiza: "Nuestra arma, sin dinero de por medio, es la credibilidad. Muchas veces nuestros invitados, teniendo ofrecimientos de un par de millones de otros canales, prefieren ir por cero a «Mentiras Verdaderas». Eso se gana con un trabajo respetuoso periodístico, profesional, de entretención. En lo personal, me falta mucho por crecer y por tocar las distintas teclas del piano. Y aún no he llegado a mi totalidad de registro. Me gustaría poder entrevistar a personas que no han hablado hace tiempo, como al Mamo Contreras. Quiero trabajar más mis herramientas de animación".
"Los 4 primeros meses fueron horribles; me atacó un insomnio severo"
Jean-Philippe cuenta ahora que aceptó el desafío de La Red, "pecando de ingenuidad", porque no creía que se concretaría. Era mucho la presión, "pero sentí de manera inconsciente que podía manejarlo".
Menos placenteros fueron los horarios. "Los 4 primeros meses fueron horribles, porque me atacó un insomnio severo. Llegaba a tocar guitarra como a las 2 de la mañana. Sentía que recién se estaba terminando mi jornada y tenía tiempo para mí", cuenta ahora. Ya normalizó su ciclo de sueño, duerme apenas llega y se levanta a las 9 o 10 de la mañana.
"¡Lejos, lo que más que ha costado ha sido perder mi vida social! Me he perdido todos los cumpleaños, todas las invitaciones, inauguraciones, tocatas ¡Desapareces de todo! Veo poco a mis amigos. Trabajo el viernes hasta la 1 de la mañana, y cuando sales a esa hora después integrarte a un lugar ya no tiene mucho sentido, ¡ya están todos arriba de la pelota! Echo de menos el happy hour , juntarme con mi gente en contextos más sociales", sostiene.
Sin embargo, no se rinde: "Quedan muchas cosas por trabajar como para decir que estoy chato del horario".
Tampoco tiene referentes. "Soy bien acuariano, no me gusta compararme", señala. Quizás se identifica con lo que hizo Felipe Camiroaga, "me gustaba la onda que tenía Felipe, muy de living, relajado". Lo conoció mientras trabajó en TVN, y aunque no fueron amigos, sí se saludaban con mucho cariño en los pasillos, recuerda.
"En algún minuto me gustaría hacer un personaje como el Washington. Siempre en las reuniones con amigos pelo el cable e invento personajes, me gusta hacer eso. Me gusta mucho imitar a los locutores de radio", confiesa riéndose. Este año quiere tomar clases de comunicación escénica.
"No creo que tenga que ser de izquierda o derecha para manifestarme"
En septiembre pasado, para conmemorar los 40 años del golpe, "Mentiras Verdaderas" hizo un ciclo en el que los principales entrevistados eran víctimas de violaciones a los Derechos Humanos. Fue de tanto éxito, que Jean-Philippe fue invitado a La Moneda para entregar el informe anual del INDH.
"Me ayudó a vincularme más con los DD.HH., que siempre se relacionan más con la izquierda, pero son transversales, de una sociedad sana y madura".
Fue la primera vez que tuvo un acercamiento a aquel período. "Mi familia nunca ha sido muy política, de ambos lados se participa muy poco, por ejemplo, de procesos eleccionarios. Nunca tuve las conversaciones agitadas entre un tío de izquierda con otro que simpatizaba con los militares. Eso sí, me entregaron mucha información con respeto".
Valora el diálogo que provocaron. "Sentí que los 40 años del golpe era una especie de catarsis. Por fin había ganas de conversar sobre lo que pasó y el programa ayudó a eso. Hubo un atrevimiento con testimonios crudísimos, dando la cara".
No fue tarea fácil para él, pues pasó por un desgaste emocional al que nunca había sido sometido. "Después de ese mes quedé muy afectado", confiesa.
En cuanto a su postura personal dice cada vez sentirse menos identificado con algún color político: "Tengo una desconfianza general. Hay que abrir un poquito las ventanas y que se ventilen esas oficinas. Aún estamos inmaduros en el sentido de que no se puede estructurar una tercera fuerza política. Si digo que no soy ni de derecha ni de izquierda, pierdo bonos socialmente hablando. Tengo un planteamiento sobre economía, religión, políticas sociales, pero no creo que tenga que ser de izquierda o derecha para manifestarme".
Más de una vez se conmovió en pantalla. "No lloré, pero me emocioné. Más que estar ligado a la pena, fue el sentir de la injusticia y el abuso. Cuando dos mujeres me cuentan que fueron violadas con el jumper del liceo puesto, y el mismo día CNN muestra la entrevista al Mamo Contreras diciendo que en Chile nunca hubo tortura sentí que por fin se estaban contando las cosas que nuestros padres con la justa razón del miedo no contaron".
Su lado B: Músico y papá
El antebrazo de Jean-Phillipe tiene tatuado el mango de una guitarra. Su pasión por la música supera cualquier cosa, incluso el cansancio. En las mañanas -y a pesar del trasnoche- ensaya y compone con su banda Rey Puesto, de rock pesado al estilo de Queens of the Stone Age.
"Mi proyecto musical me tiene remotivado. Todo eso que había dejado de lado por darle preferencia a mi trabajo".
Quiere tratar de compatibilizar sus dos facetas. "Si me fuera bien con mi grupo, no dejaría la animación. No tienen por qué ser excluyentes. Estoy teniendo una linda vida personal, me está yendo muy bien en la pega, pero tengo esa pata coja, que es la música. Tengo que invertir tiempo y trabajo".
Más importante aun, su próxima paternidad. "Mi hija queda al margen, a ella le dedico 100% en la otra vereda". De pañales y mamaderas aún no sabe nada, asegura. "Recién estoy tocando guatita, porque está dando sus primeras patadas".
Se reconoce como un hombre "muy sentimental", cuya sensibilidad afloró ante la primera ecografía. "Me emocioné mucho. Cuando escuchas el corazón, es fuerte, pero lindo. Nunca había tenido una relación tan cercana con el inicio de la vida".
Convive con la madre de su hija, pero sin planes de matrimonio por el momento. "Ni a mi mujer ni a mí nos calienta la cabeza el tema de casarse. Hay un proyecto claro: estoy enamorado"
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