Antonella Ríos no lo soportó. Fue demasiado para ella, que ya andaba sensible desde hace días, por el constante chaqueteo a las candidatas y porque echaba de menos a su hijo, que se quedó en Santiago.
Fue un cúmulo de cosas que se juntaron esta tarde, cuando la actriz estalló en llanto durante a tallarinata de la prensa en el Hotel O'Higgins.
Visiblemente afectada, Ríos trataba de esconder sus lágrimas detrás de uno enormes anteojos oscuros. Pero era imposible disfrazar su cara roja y su gesto nervioso por la pena.
La ex candidata se sentó junto a un cercano que trataba de consolarla. Hasta que ya no pudo más, se paró y se fue de regreso a Santiago. Antes, había renunciado al programa Intrusos, que la trajo al certamen.
Sus íntimos en Viña cuentan que venían muy mal desde ayer, luego del desprecio que le hizo la reina Dominique Gallego durante el asado de la coronación, en el O'Higgins. Entonces, la actriz se acercó a saludar y felicitar a la soberana. Pero Gallego apenas le prestó atención, ni siquiera se puso de pie, ningunéando a Ríos frente a las cámaras.
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